Reina de sonrisas, todo brilla a la vista. Impostora de realidad, sus ideas no la dejan en paz. Guerrillera de problemas, un absurdo es todo lo que era.
Solo le resta por pedir, el permiso para huir.
Unas lagrimas por largar para unos nudos poder desatar. Y así los pendientes poderlos tirar, para que la farsa termine-ya.
Y si me quedo acá, es para desarmarme más.
Buscando un empujón que solo lo encuentro yo, y en agujero negro de mi voz se instaló. Tropezando nuevas-y-viejas ideas aisladas en la nada, me resbalan las miradas.
Descoquillando margaritas voy a ver qué es lo que pinta.
Sólo es coleccionar un par de nostalgias de una llamada entrante y de un mensaje. Es guardar pétalos de la flor de un recuerdo y encontrarlas en un cuaderno.
(Devuelta el antifaz, bienvenida realidad.)
