
Dejo crecer los pequeños detalles que me hacen sentir bien y permanecer. Aislo motivos que me tientan para depender, porque yo no los voy a ver. No me van a quemar anuncios oxidados por alguien más. Me encierro, me entierro, me tapo y me pierdo un rato. Dejo salir todo lo que hay en mí, para volver a crearme, volver a lo que-era-antes. Siempre sin bajar armas, a la retaguardia.