Desafío a que te me plantes y me hables en silencio y a qué des por ganado lo perdido. Te doy la espalda y te sigo mirando para que veas que no-sintiendo lo mismo quiero que no estes mal conmigo. No te voy a tantear más porque ya no te voy a buscar, ya no te voy a bailar, ya no te encuentro más. Sí, te voy a extrañar (para bien, no para mal) no voy a zarandiar una lágrima más, sonrisas van a brotar. Te cruzé, siempre te voy a querer. Y ahora, cuando estoy más yo que nunca, no te voy a olvidar, te dejo de detestar, no te voy a perdonar por haberle echo a mí misma cambiar, sólo te voy a recordar y me va a seguir gustando lo que dejaste de ser... Espero que nos podamos volver a ver, no solo vagando por los ojos, y que nos podamos llegar a entender. Se me escapó el miedo que tenía a las reacciones, la manifestación de tus emociones, debe ser por la intolerancia que tengo a volver a caer. Me hago a un lado, dejo el espacio. Se fueron las rejas, si es que existieron,
a brillar mi amor.