samedi 14 mars 2009
Me acabo de pelear con mi brújula y no me quiere perdonar.
Hoy estoy en un estado inalterable-alterable, que prefiero ser la de antes. Y me encierro, me entierro en si y construyo un sueño: que no te canses de mi. Que no te aburra la maldita costumbre de mis constantes cambios, que no te sofoques y que no me equivoque. Me demole un poco mi pensar cuando por ahi no me vas a quedar mas, para colmo te sigo sin hacer saber que vos vas a perdurar. Más tiempo no puedo dejar pasar, como premio consuelo no me arreglo mas con un dejate llevar y no entiendo que tengo que arriesgar y para eso algo tengo que cambiar. He aquí el dilema, mi contradicción y pronto mi obseción: ¿Tanto me tenes que gustar para que intente ser la misma de antes la que no te daba más vueltas y no entendía indirectas para dejar de pelear? Pero así me cuesta avanzar aunque no tenga idea a dónde vaya a llegar, mientras tanto me das mucho para viajar. Y cada cosa nueva que visito me generas un sentimiento distinto. Y haciendome la fuerte la no-pendiente, absolutamente todo se relaciona con vos derrepente. Y si de esas grandes considerada olvidarte, estaría como primera opción descarte porque no tener un canapé de palabra tuya lastima como estigma.