Se me enterró un sentimiento difícil de explicar en un agujero negro:
Me di cuenta de que los recuerdos no siempre quedan coleccionando polvo.
Me aplastó una manada de pensamientos sin entendimiento, y el olvido siguió su destino mientras tanto a mí me tocó el largo camino.
Me desintegro en cada intento de volver, y como pena de castigo solo adelante sigo.
Inhalo ideas de no tenerlas y exhalo pensares oxidables.
Mi antes quedó clavado en alta mar y no se puede volver atrás.
Y ni un océano me alcanza para saciar la sed de mi razón y sólo me queda barajar ideas para intentar entenderme, tengo que dar de nuevo para que me salga una carta mejor.
¿Quién soy?
Mejor no pensar.